Cafetería

1. Topónimo. Almacén de suministros nutricionales de la universidad frecuentemente visitado por los criminólogos antes del descubrimiento del Ahorramás. El cambio de proveedor se debió principalmente a la traicionera subida de precios propiciada por el IPC que sufrieron productos tan esenciales como los perritos, los cafés o incluso los bocadillos. El encarecimiento medio fue de unos 0.10 € por producto, algo aceptable en productos como un bocadillo, cuyo precio, 2.40 € no sufrió un incremento proporcional muy elevado, pero totalmente inadmisible en los perritos calientes, que pasaron a costar 1.10 €. Este hecho convirtió a dichos productos en bienes de mínima necesidad ya que, según declaraciones de los afectados: "Un euro lo tiene cualquiera en el bolsillo pero... ¿1.10? Acabas cargando chatarra después de que te den el cambio.".
Los hechos no gustaron a los estudiantes y decidieron que si tenían que "cargar chatarra, al menos se la damos a alguien que no nos traiciona con los precios de una manera tan rastrera".
Las últimas investigaciones (realizadas preguntando al camarero que atendía en ese momento) indican que "el negocio no ha caído y los beneficios siguen siendo los mismos que cuando la panda de pirados de criminología venían a por sus perritos.".